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Entonces Jesús dijo* a los otros: «¿Es lícito en el día de reposo hacer bien o hacer mal, salvar una vida o matar?». Pero ellos guardaban silencio. Y mirando con enojo a los que lo rodeaban, y entristecido por la dureza de sus corazones, le dijo* al hombre: «Extiende tu mano». Y él la extendió, y su mano quedó sana[a](A). Pero cuando los fariseos salieron, enseguida comenzaron a tramar[b] con los herodianos(B) en contra de Jesús, para ver cómo lo podrían destruir.

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Footnotes

  1. Marcos 3:5 Lit. restaurada.
  2. Marcos 3:6 Lit. dando consejo.